Manifestación 10-M (Madrid… demasiadas banderas)

Mucha gente (menos de la que algunos desearon). Demasiadas banderas como símbolos que me recuerdan a un pasado oscuro. Estandartes de un país que no elegí, pero que también es el mío. Y el deseo de sacar la cera morada del fondo del bolso y colorear a mi antojo. Una pancarta. Una lona tomada por las manos de los que pasean sus dolores tiesos como farolas. Señoras de pelo cardado, hombres con lazos azules en el pecho y pocos jóvenes. Y un poco de digna tristeza por no creerme decente, ni normal. Por identificarme más con los que no mentan la rendición ni el chantaje…

Y, como alguna vez dijo Carlos Cano, cuando escucho la palabra patria, me echo a temblar.

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